Este tradicional evento es cada vez más popular entre los compatriotas checos en el Perú y contribuye a la consolidación de las relaciones amistosas durante el tiempo prenavideño. A la reunión asistieron más de 60 personas, incluido el personal de la Embajada. En total, el número de asistentes fue más que el año pasado.

ACEC preparó un refrigerio típico checo, que incluía sándwiches, ensalada de papas, milanesas y genuino solomillo checo. La cerveza Pilsner y otros refrescos también estuvieron disponibles gracias al apoyo de la Embajada de la República Checa en Lima.

Al final, se preparó un programa para niños. Se presentó el diablo, el ángel y San Nicolás, quién repartió a los niños pequeños regalos y dulces. Para muchos hijos de compatriotas checos que viven en Perú y para descendientes de checos de la segunda o tercera generación, fue una oportunidad para la comprensión más profunda de la tradición checa de San Nicolás.