El acto inició con una ceremonia solemne frente al ayuntamiento, a la que asistieron no solo los invitados de la República Checa sino también el alcalde y todo el personal del ayuntamiento. Al comenzar se presentaron, realizando un rito de su comunidad, los representantes del pueblo originario Mazahua. A esto le siguió una ceremonia en la que el alcalde le entregó al embajador la Llave de la Ciudad y lo nombró el Ciudadano de Honor. La culminación fue la firma de un Convenio de cooperación entre la Embajada de la República Checa en México y la ciudad de Ixtlahuaca, el cual fue firmado por el Embajador Kubánek y el alcalde de la ciudad. Luego sonaron los himnos de ambos países cantados por el coro Lidice, liderado por Edna Gómez, presidenta de la asociación T.G. Masaryk. A esto le siguió una interpretación de la canción tradicional mexicana "La Llorona", cantada en español, checo y mazahua, por la Dra. Zuzana Erdösová acompañada por el grupo Lasun.

Al almuerzo de gala asistieron, además de los invitados de la República Checa y los representantes del ayuntamiento, otros invitados, como algunos alcaldes de las localidades vecinas. Luego del brindis, se entregaron los obsequios y el coro de Lidice cantó la canción "Škoda lásky", la cual se conoce en México bajo el nombre de El Barrilito y la cual los mexicanos la consideran suya.

El punto principal del programa fue un paseo por el Corredor Cultural, que inició con una ceremonia de corte de cinta. Hubo varias paradas durante el paseo por la ruta, la primera fue la exhibición de fotografías de la vida de la gente Mazahua. En la siguiente parada, los huéspedes pudieron degustar las especialidades locales, seguidas por una presentación de la gastronomía checa. La primera exposición checa fue de grabados de la artista checo-mexicana, Tania Janco, quien vive en México desde hace más de 40 años y es una importante representante de la cultura checa. La última parada fue la exposición de fotografías "Magia de la República Checa", que les presentó la actual República Checa a los habitantes de la ciudad a través de 35 fotografías. Los participantes pudieron admirar los paisajes naturales, monumentos culturales, arquitectura, demostraciones de costumbres populares, gastronomía y productos de la industria checa. Finalmente, al final del corredor fueron izadas de manera ceremonial las banderas de ambos.