Por unos cambios climáticos drásticos, Pueblo Barrio Ocotal de Paptalaya y Barrio Narajal de Ahuas en la costa este de Honduras se confrontaron con falta de agua potable. Cuidadanos se vieron obligadas a usar el agua de los pozos locales que no son suficiente profundos, y por eso, especialmente en la temporada de la lluvia, se contaminó este único fuente de agua potable. La escasez de agua causó incapacidad para cocinar, la gente no pudo acatar el régimen de bebida y sobre todo se quedaron limitados en el ámbito de higiene lo que povocó muchas enfermedades. La gente buscaban agua en el río sucio hasta contaminado o en los pueblos más lejanos. Esos pueblos han tenido unos pozos mejores pero el consumo estuvo limitado y también tuvo un costo. Además, muchas veces no había agua para todos los que la necesitaban.

Pozo y panel solar potenciando la bomba

La Embajada de la República Checa en México junto con la Iglesia Morava en Honduras lanzaron en abril de 2018 un proyecto financiado por la Ayuda de Desarrollo de la República Checa para resolver dicho problema. Gracias al apoyo mutual se logró cunstruir en cada pueblo un pozo con la capacidad de 2500 litros y además se instalaron unos paneles solares y baterías para llevar agua caliente a las familias y permitirles realizar otras actividades que el mundo desarrollado ve como corriente, por ejemplo aprender la luz o cargar su celular. Con el objetivo que los pozos o paneles no se destruyan y la gente la podría usar lo más tiempo posible, se firmó un acuerdo entre Iglesia Moravia y las iglesias de ambos comunidades. Este contrato dice, que la población debe que cuidar bien estos objetos. Así tiene la responsabilidad y atención no solamente un órgano o persona responsable en el pueblo (en este caso son los representantes de iglesia), sino también la población en general. La gente tiene  un sentimiento de importancia, responsabilidad y  satisfacción personal que contribuye al desarrollo de la comunidad.