San Nicolás, el ángel y el diablo vestían de nuevo trajes tradicionales, con los que dieron la bienvenida a todos los niños presentes tras su mágica llegada. Según una lista preparada de antemano y ordenada por edades, invitaron a los niños presentes a compartir con el público sus poemas ensayados, canciones o actuaciones de baile. Los niños fueron recompensados por su valentía y esfuerzo con pequeños regalos de galletas tradicionales de jengibre y una figurita de Topo.

En ninguna fiesta infantil mexicana puede faltar la tradicional piñata, así que después todos salieron al exterior para que los niños rompieran la piñata en forma de estrella. La alegría de los niños culminó al romper la piñata, cuando una gran cantidad de dulces se derramó sobre los niños y todos pudieron llevarse un poco a casa.  Al festejo asistieron unos 20 hijos de compatriotas checos.

Al final, el embajador Kubánek deseó a los padres y niños presentes buena suerte y salud para el Año Nuevo y les agradeció su entusiasmo y sus esfuerzos por mantener las tradiciones. También se hizo un brindis festivo y se sirvieron unos refrigerios, como ensalada checa de patatas, bocadillos y galletas navideñas.

Mikulášská besídka v Mexiku

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